El Grupo Francisco de Moure presenta la revista Porta da Aira y un monográfico sobre Santa Baia de Banga
JESÚS MANUEL GARCÍA. El Grupo Francisco de Moure, de investigadores del arte ourensano, ha presentado dos nuevas publicaciones: la revista Porta da Aira, que llega a su número 14, y el cuaderno monográfico Santa Baia Banga, de la autoría del catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, José Manuel García Iglesias, que analiza este importante templo del término municipal de O Carballiño. Ambas publicaciones contaron con el apoyo económico de la Diputación de Ourense y de la producción editorial se encargó el sello ourensano Armonía Universal. Con ellas se pretende aportar conocimiento, rigor y belleza, la de los bienes culturales que configuran el paisaje artístico y patrimonial de la provincia de Ourense, que no es poco, pues está considerada como una de las primeras provincias españolas en patrimonio artístico.
Tanto la revista como el monográfico marcarán un hito en la larga trayectoria de publicaciones del Grupo, pues aparecen ambos con una imagen renovada, que los actualiza aún más y los hace atractivos para el lector.
Este número 14 de Porta da Aira contiene seis artículos. José Manuel García Iglesias es autor de “Los conventos de Monterrei (Ourense), el Cristo de las Batallas y las devociones franciscanas”. Un servidor es el autor del artículo «El regionalismo de Antonio Palacios en Ourense”. Natalia Conde Cid se encarga de analizar el castillo caldelao bajo el título “La conformación de una fortaleza de interior: Castro Caldelas”.
David Chao Castro dedica un trabajo a Ribadavia titulado “El castillo medieval de Ribadavia”. De la autoría de Javier Limia Gardón es “El ornato plástico del santuario de San Benito de Cuñas (Cenlle). La actividad de los maestros escultores Santiago García y Refugio Ledo”. Se cierra este primer apartado con “Los escultores de la Ínsua dos Poetas”, de Mercedes Gallego Esperanza.
En la sección de Notas hay varios textos. María Rivo Vázquez firma “El retablo mayor de Santa Eufemia la Real del centro. Un antiguo retablo franciscano para una iglesia jesuítica”. Miguel Ángel González García aporta “Cambios y restauraciones en el patrimonio mueble de la iglesia de Beade” y otro escrito titulado “Una obra atribuible al Pintor Francisco Teide en colección particular de Ourense”.
A la casa prioral del monasterio de San Pedro de Rocas dedica su atención Ana María Malingre Rodríguez mientras que María Rosa Casado Nieto se detiene en estudiar un monumento funerario en el cementerio de San Francisco de Ourense, que está declarado Bien de Interés Cultural por las personalidades de la cultura gallega que allí reposan. este número tiene un recuerdo muy especial para dos miembros del Francisco de Moure ya fallecidos. Uno es el sacerdote e investigador lucense Jaime Delgado Gómez, autor de interesantes trabajos sobre el románico y numerosos artículos en revistas especializadas. El otro es el fraile cisterciense Damián Yáñez Neira, que dedicó su vida en el monasterio de Oseira a investigar y publicar numerosos trabajos sobre este monasterio ourensano y sobre el Císter en general. Fue también el alma de nada menos que cinco congresos internacionales sobre esta orden monástica.
El apartado de Documentos de esta revista consta de dos aportaciones, una de González García sobre el platero ourensano del siglo XVII, Antonio de Cervela y otra de José Hervella Vázquez bajo el título “Diccionario de Arquitectura: maestros canteros que trabajaron en el actual partido judicial de Bande (Ourense)”. Porta da Aira remata con la sección Varia, protagonizada por el monje cisterciense de Oseira, Luis Álvarez, que ofrece el texto “El fénix de piedra: visita guiada al monasterio de Santa María de Oseira (San Cristovo de Cea, Ourense)”.
Este número de la revista ofrece multitud de datos al público en general así como a los investigadores, pues es una publicación, según González García, presidente del grupo, muy citada en el mundo académico.
La otra publicación presentada es el cuaderno monográfico Santa Baia de Banga, de García Iglesias. A lo largo de más de cien páginas el autor va analizando este importante templo ourensano, acompañado de las fotografías de Mani Moretóon. En primer lugar centra el monumento en su territorio, su dependencia de la diócesis en su origen, para psar tiempo después a depender del monasterio de Sobrado dos Monxes.
En el aspecto arquitectónico el autor estudia los orígenes románicos del edificio, el arcosolio de la nave, las capillas del lado norte así como la sacristía, la capilla mayor, la capilla del sur para luego estudiar la fachada principal, el baptisterio y el acceso a la tribuna, sin olvidar la puerta sur. García Iglesias cuenta el picado de las paredes y la construcción de una nueva cubierta. Luego se centra en tres obras de piedra singulares : la pila bautismal, el baldaquino y el ambón. El libro incluye los retablos, la escultura, pintura, orfebrería, indumentaria litúrgica más el atrio y el camino.
La iglesia de Banga es famosa en el mundo artístico español por sus pinturas de la bóveda del presbiterio que muestra un ciclo relacionado con la cultura renacentista, que implica que su autor conocía los Emblemas de Andrea Alciato (1492-1550), obra deudora de la filosofía neoplatónica. Hay incluso, advierte Iglesias, en el ámbito estilístico de estas pinturas, “un cierto conocimiento de lo miguelangelesco” por lo que todo indica que el pintor de Banga tuvo que ser un personaje muy culto, excepcional en esta zona en el segundo tercio del XVI.
Los temas representados son Prometeo, el Honor, la Paz , el Tritón, la Fortuna, el Justo Castigo, la Justa Venganza, Rebeldía, etc. García Iglesias dice que estas pinturas de Banga fueron primicia mundial porque su contenido temático muestra la dinámica de la Tierra, que se mueve aunque parezca que no. Aquí hay que señalar que ello supone un conocimiento de la teoría de Nicolás Copérnico, que se publicó en 1543. Esta teoría se conoció, en España, primero en Salamanca cuya Universidad hablará de ello antes que la de Cracovia, como señala el profesor. En Ourense queda un ejemplar de ese libro copernicano que se conserva en buen estado. Sobre las pinturas de Banga García Iglesias tiene una monografía del año 1984 donde las estudia en profundidad.
Ambas publicaciones del Grupo Francisco de Moure ayudan a enriquecer el conocimiento de nuestro patrimonio artístico, para disfrutar con él y conservarlo. Porque estas maravillas del ingenio humano en distintos órdenes nos enriquecen.
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