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OPINIÓN. Leer bien para comprender lo que se lee

JESÚS MANUEL GARCÍA

Es asombroso observar cómo en nuestros días hay más gente de la que parece, que cuando lee un texto entiende lo que el autor no escribió ni mucho menos quiso decir. En primera persona lo hemos experimentado con varias publicaciones. Y no es que estuviesen mal escritas de raíz. Pero no es solo algo que aprecia quien esto escribe. Con las redes sociales, hay muchos cibernautas que, por la razón que sea, escriben igual que hablan, o lo hacen de tal manera que consiguen confundir al receptor, al que pueden dar a entender que el emisor tiene una empanada mental.

Hay que leer bien, muy bien, y entender lo que ahí en el texto se dice. Si no se hace así, aparecen ciudadanos que, al enfrentarse a un texto, saltan, se incomodan erróneamente porque creen entender otra cosa. De igual modo que no es bueno escribir todo con mayúsculas en las redes sociales, de igual modo que hay que poner comas en su sitio, acentuar bien e hilar frases con sujeto, verbo y predicado, lógicas, es menester leer bien. Pasear la vista sobre esa partitura que es el texto escrito, y no montarse películas por pensar que han leído otra cosa bien distinta.

Si en un texto se dice algo así: «Sobre esta cuestión hay distintas opiniones. Por un lado, la de quienes la apoyan y por otro, la de los contrarios, postura esta última legítima que puede deberse a que no les gusta el apoyo, o porque a otros quizás les faltan datos…», no se puede aseverar que el autor del texto empieza llamando ignorantes a quienes no apoyan la tal cuestión. No leer bien es un peligro en nuestra sociedad, donde tantos actos de lectura hemos de hacer cada día. No leer bien nos lleva al precipicio del error de entender una realidad diferente, que nos va a dejar una imagen pobre y no nos va, por tanto, a beneficiar. Se necesita mesura, tranquilidad en esta sociedad acelerada que lo desgracia casi todo. Si en esa vorágine desgraciamos nuestra principal herramienta de comunicación, estaremos perdidos.

Hablaba Eco de que las redes sociales suplen las conversaciones de todo tipo de las barras de bar, donde todo ciudadano dice lo que considera. Pero no vale todo. Empezando por mostrar educación y continuando por expresarse correctamente. En nuestra experiencia periodística hemos visto que incluso profesionales con carrera superior dejan bastantes dudas cuando escriben sus textos oficiales. Hay que comprender mejor lo que un escrito bien acotado quiere decir. Es muy importante. Esencial.

 

Publicado enComunicacióncomunicación oral y escrita

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