JESÚS MANUEL GARCÍA. En el parteluz del Pórtico do Paraíso de la catedral ourensana se halla la imagen de Nuestra Señora del Consuelo, talla de madera que muestra a la Virgen sedente con el Niño en sus brazos. Con la mano derecha sostiene el pecho de su hijo y con la izquierda le sujeta una pierna. María mira hacia abajo, hacia los fieles que la observan desde el pavimento del nártex. Lleva una corona sujeta por dos ángeles. La corona estaba clavada en su cabeza y todo el conjunto se sujeta al parteluz mediante hierros. El Niño es rollizo y parece distraído jugando con una especie de corazón. Su cabello es ondulado y María lo observa con una sonrisa contenida.
La restauración que se efectuó en todo el pórtico durante el año 2013 permitió comprobar cómo la corona de esta imagen es postiza, es decir, que se la pusieron aunque la talla ya tiene la cabeza cubierta, como se ha visto, con un paño atado al modo flamenco. Es un paño de listas anudado en la frente con un lazo de oro, el mismo color de sus cabellos que le caen sobre hombros y pecho, y del borde de su manto bajo el cual luce una túnica blanca y corsé dorado. Ahora se le ha vuelto a colocar la corona pero separada de la cabeza.
Esta imagen está en conexión lógica con las tallas flamencas del retablo mayor de esta catedral, atribuido al taller de Cornelis de Holanda. La presencia de esta imagen no medieval en el conjunto medieval del pórtico ourensano, nos refiere a las reformas habidas en esta zona del templo en el siglo XVI ante la amenaza de colapso de la catedral, antigua fortaleza de la ciudad.
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