JESÚS MANUEL GARCÍA. En la provincia de Ourense se hallan dos de los tres grandes edificios románicos gallegos con falso triforio. Este elemento se ve en el interior de la basílica de Santa Mariña de Augas Santas, en el municipio de Allariz y en la excolegiata de Santa María de Xunqueira de Ambía. El otro templo con esta modalidad de tribuna es el de Acibeiro, en la provincia pontevedresa.
El triforio pleno llegó a Galicia a través de la catedral de Santiago de Compostela. Recorre todo el interior del templo y, aunque como señala Bango Torviso, no hay una interpretación definitiva acerca de la funcionalidad de esta tribuna, en el Calixtino se ofrece de esta parte del edificio lo que no pasa de ser “unha expresión de delectación estética de alguien situado en el triforio como observador del conjunto catedralicio cuando dice: “El que vaya por encima a través de las naves del triforio, aúnque suba triste, se anima y se alegra viendo la intensa belleza de este templo”. Las tribunas se crearon en la arquitectura paleobizantina, por lo general como matroneos y debido a su influjo, se repetirían en las basílicas de la nueva generación arquitectónica paleocristiana romana, ignorándose su supervivencia en el occidente europeo hasta el primer ejemplo documentado como es San Ciriaco de Genrode. Dice Torviso que sin embargo en edificios más próximos en el tiempo como San Esteban de Vignory la tribuna responde más a una concepción estética que funcional. Y aquí entran los ejemplos de Xunqueira de Ambía, Acibeiro y Santa Mariña, edificios en los que se usa la falsa tribuna marcada en el muro con una sucesión de pequeños arcos, inteligente recurso aquí utilizado para doble función, aportar ritmo al templo y altura, de modo que permite cubrir todo el edificio con una sola cubierta a dos aguas.
El triforio compostelano servía para recibir a los numerosos grupos de peregrinos que en la Edad Media abarrotaban el templo, pero también es cierto que no toda la tribuna se podía recorrer pues seguramente dispondría de capillas y de espacios privados de tránsito. Baste recordar que desde el triforio había comunicación con el palacio del arzobispo y también se ubicaría allí la capilla arzobispal y otros altares de menor relieve. Santiago influyó en la catedral de Lugo, donde dispone también de triforio, y en Tui, aunque aquí la tribuna que recorre la basílica muestra factura gótica.
En Xunqueira de Ambía el triforio se desarrolla en 5 tramos de la nave central, formado por series de dos arcos de medio punto que descansan sobre tres pares de columnillas apareadas, culminadas por capiteles vegetales. Este triforio falso corre sobre la línea de imposta de la nave, como vemos aquí in situ.
En Santa Mariña de Augas Santas su planta basilical de cuatro tramos sobre los que discurren los arcos del falso triforio, lo que pone en relación a este edificio con el vecino de Xunqueira de Ambía y con Acibeiro. El falso triforio se eleva sobre una cornisa que une los arranques de los arcos fajones sobre los arcos formeros, que dividen las naves. En cada tramo, la falsa tribuna muestra tes arquillos que descansan sobre cuatro pares de columnillas mostrando capiteles con motivos vegetales, muy sencillos. Las naves laterales son tan altas como la central, solamente que más estrechas.
Y en Acibeiro las naves tienen cinco tramos sobre los que se ve también una falsa tribuna formada por cinco pares de arcadas con dos arcos cada una, que se unen en el centro sobre un par de columnas geminadas y en los extremos descansan sobre otro par de columnas apoyadas en los gruesos pilares que dividen cada tramo. Este triforio no carece de belleza. Sus capiteles lucen motivos vegetales, de gran sencillez.
Son tres ejemplos de arquitectura románica en nuestra tierra que destacan de entre los demás edificios de este estilo en Galicia. Más allá de las grandes catedrales, en el rural se levantaron estos tres grandes inmuebles, los tres dotados de un elemento estético y práctico. Ahora solo queda ir a visitarlos y descubrir otros secretos en sus fábricas. Disfrutando con el patrimonio. Disfrutando con nuestras raíces!
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