JESÚS MANUEL GARCÍA. De las aguas termales de Ourense es posible obtener productos para la cosmética como cremas gracias a la investigación desarrollada en el Campus universitario. Cremas utilizando romero. Esto ha hecho Alexandra del Castillo. Como el proyecto con el que se graduó en Ciencias Ambientales comprende dos clases de análisis diferentes, contó con la dirección de dos tutoras, María José Pérez Álvarez, del departamento de Biología Funcional y Ciencias de la Salud, para el control microbiológico, y Elena Falqué López, del departamento de Química Analítica y Alimentaria, para efectuar el control químico, del color y sensorial.
Este proyecto nació gracias a una investigación de la Universidad de Vigo acerca de diversos productos cosméticos empleando aguas mineromedicinales. Esos productos son aceites, cremas, etc. Tal estudio fue publicado el año pasado por Elena Balboa. “En mi caso se realizaron cremas hidratantes solares. La línea de investigación sigue abierta con otra persona que trabaja ahora elaborando cremas pero con otro extracto diferente, en lugar de romero”, señala Alexandra. La crema ideada por su autora se podrá comercializar porque “todos los controles realizados muestran que se encuentran dentro de los límites establecidos por diversas organizaciones”, pero la investigadora se conformará, de momento, con presentar el fruto de su trabajo en el I Symposium Internacional del Agua, Termalismo y Calidad de Vida que coincidirá con la 15ª edición de la Feria Internacional de Termatalia a mediados de septiembre en la ciudad de Ourense.
La ciudad de As Burgas fue designada por el Parlamento gallego como la “Capital Termal de Galicia” debido a las más de 300 surgencias que posee esta provincia. “Diversos estudios han demostrado que las aguas mineromedicinales termales poseen propiedades terapéuticas y la mayoría de ellas, debido a su carga mineralógica, ofrecen efectos beneficiosos para la piel”, señala la autora de la investigación. Para aprovechar este recurso natural, y dada la demanda importante que existe en el mundo de los productos de la cosmética, “se han elaborado diversas cremas con aguas mineromedicinales”. Son aguas recogidas en los manantiales de As Burgas, Muíño da Veiga, Tinteiro, A Chavasqueira y Outariz.
“A parte de los ingredientes básicos que posee una emulsión cosmética (entendiendo emulsión como aquella mezcla de dos líquidos inmiscibles en el que uno se encuentra dispersado en el otro en forma de microgotículas), se le ha añadido a la formulación extracto vegetal de romero (ya que además de aportar características organolépticas a la crema como es un color anaranjado y olor agradable, se trata de un antioxidante natural)”, cuenta la autora. Al mismo tiempo para aportarle funcionalidad específica a estas cremas, se les han añadido dos filtros solares, “uno físico y otro químico, para que protejan la piel de radiaciones ultravioletas”, precisa la joven investigadora.
Para elaborar esta novedosa crema, Alexandra siguió tres fases. En la primera mezcló los ingredientes pertenecientes a la fase acuosa de la emulsión, mezcla que se efectúa en un baño caliente. En la siguiente etapa, de modo separado, se mezclaron los ingredientes de la fase oleosa, al igual que en la anterior, en un baño caliente. La tercera y última etapa consiste en fusionar las dos anteriores. “Tras realizar los análisis microbiológicos y químicos oportunos, los resultados han mostrado que todas las cremas han permanecido estables a lo largo del tiempo y son aptas para consumo humano según recomendaciones de la asociación de ámbito europeo Scientific Committee on Consumer Safety (SCCS), del Ministerio de Salud y Consumo de España, y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)”, indica la autora. Se hizo una cata para un grupo de voluntarios y se demostró que todas las cremas han sido bien valoradas. Las que obtuvieron una mejor puntuación fueron las elaboradas con agua de los manantiales de Outariz y A Chavasqueira.
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