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OPINIÓN. Las críticas van en el sueldo

JESÚS MANUEL GARCÍA.

Por si no fuesen pocos los problemas que se están dando en la EOXI de Vigo, esta semana hemos asistido a uno nuevo provocado por el gerente: la famosa nota interna en la que prohíbe criticar el servicio del hospital Álvaro Cunqueiro a todos los trabajadores bajo amenaza de abrirles expediente. Buena se ha montado. La medida le ha explotado delante con la respuesta de los trabajadores, que le han dicho que no se van a callar. Que van a seguir contando lo que ven y padecen en las redes sociales y en octavillas para entregar a los ciudadanos si hace falta. Es verdad que en la sanidad viguesa llueve sobre mojado, que hay malestar desde hace meses y no es agradable trabajar en una gerencia con un panorama tan crispado como este. No es agradable leer notas denunciando falta de personal falta de material, falta de recursos, etc. Pero las críticas van en el sueldo. Menos mal que los trabajadores no están pidiendo aumentos de emolumentos. Reclaman lo que con justicia han de tener los pacientes de los hospitales públicos para ser mejor atendidos. Las redes sociales en estos tiempos son tremendas porque basta que se intente callar a los trabajadores para que estas exploten, ardan, como ya sucede. El ciudadano vigués no entra en pánico, pues está curado ya de espanto, ciertamente. Es difícil estar al frente de un centro en el que más de trescientos médicos no confían en ti. Hay más, nos referimos a los contratados en cada servicio quienes, obviamente, no van a morder la mano que les da de comer. Pero una cosa son los dientes y otra el pensamiento real. Es difícil y es triste. Y descorazonador. Decíamos el otro día que no hay comunicación que valga con esta situación. Los responsables de la misma han de ponerse a tirar horas diseñando planes capaces de dar la vuelta a esta situación para ofrecer otro hospital, otro ecosistema más agradable para todos. No para maquillar sino aplicarse a fondo en comunicación interna, que está por los suelos, y en la externa, que también le llega. Atajar esta complicada situación de comunicación de crisis. Se supone que la casa tendrá a sus expertos en tan delicada materia, pues que se pongan a trabajar duro, más allá de notas de prensa de vez en cuando o de colocar una banderita española y gallega en un salón de actos. Y los demás también. A dotar las instalaciones de lo que carecen y a procurar una atmósfera laboral óptima, excelente. Imposiciones como la de la nota interna no dan resultado. Véase la reacción que produjo. No se pueden perder los nervios en el puente de mando. Calma, sosiego. Y si no se puede hacer más porque la gerencia es una rama que se agita desde el tronco en Santiago, habrá que decir allí cuatro cosas. Nunca callar ni tapar nada. Porque es la administración pública, de todos nosotros, no solo de los políticos. Y hay que dar el mejor servicio con los mejores medios. Para eso están ustedes, los gerentes y sus equipos. Tampoco es obligatorio estar en esos puestos.

Publicado enOpiniónSanidadVigo

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