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El Tratado de Límites de Lisboa de 1864: el fin del Couto Mixto

Mapa de la frontera entre España y Portugal en tierras ourensanas. FOTO: J.M.G.
Mapa de la frontera entre España y Portugal en tierras ourensanas. FOTO: J.M.G.

El Campus de Ourense recuerda la historia de la corrección fronteriza entre España y Portugal

JESÚS MANUEL GARCÍA. En el vestíbulo del edificio Jurídico-Empresarial del Campus de Ourense se pueden ver los paneles que aluden al famoso Tratado de Lisboa de 1864 y a la cartografía a partir de entonces. Por aquel tratado corrigieron los límites entre España y Portugal, lo que motivó la desaparición del histórico Couto Mixto, territorio repartido hoy en los términos municipales limianos de Baltar y Calvos de Randín y, por parte lusa, en el Concelho de Montalegre. Se trata de la muestra Dibujando la línea (1864-2014): 150 años del Tratado de Límites entre España y Portugal, iniciativa inserta en un proyecto nacional cuyos comisarios son los profesores Jacobo García, de la Universidad Carlos III de Madrid; João Carlos García, de la Universidade do Porto, y Luis Moreira, de la Universidade do Minho. La exposición muestra los dibujos de la Raia a partir de 1864, año del mencionado Tratado de Lisboa. Algunos de los mapas que ofrece presentan tal rareza que los hace únicos. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación CEER para recorrer los campus universitarios de Galicia.

Panales con la documentación que recuerda el Tratado. FOTO: J.M.G.
Paneles con la documentación que recuerda el Tratado. FOTO: J.M.G.

   La demarcación de la frontera hispano-portuguesa mediante el Tratado de 1864 y los sucesivos, sostienen Paula Godinho y Heriberto Cairo, supuso una operación política de primer orden en lo económico y en lo político. En este último aspecto tiene que ver con la construcción de una identidad nacional en España y en Portugal. En términos económicos forma parte de la definición de un mercado nacional que asegurase a los dos estados el control del comercio garantizando así el porvenir. “En la construcción de los espacios económicos capitalistas en la península Ibérica, en los que las concesiones sobre el tabaco constituían uno de los formatos de acumulación para algunas fortunas, tal vez fuese la exención de impuestos que regía en el Coto Mixto lo que convirtió a éste en centro de las preocupaciones de los portugueses y españoles que integraban la Comisión de Límites”, dicen los autores. Tal es así que sus habitantes eran presentados como contrabandistas y malhechores. Por tato, los representantes de España y Portugal “allanaban el terreno para poner fin a sus antiguas prerrogativas, y el Tratado no hizo más que sancionarlo”, añaden los investigadores.

   Este Tratado de 1864 y otros del mismo tipo a lo largo de la frontera hispano-lusa marcaron el final de un proceso pues aquella territorialidad con límites que se inició con los Estados absolutistas, se perfeccionó en los estados europeos del siglo XIX con los liberales. El trabajo de la Comisión Mixta de Límites entre España y Portugal no estuvo falto de tensiones derivadas de las dos formas de actuar que tenían sus dos clases de componentes, es decir, los diplomáticos y los militares. A esto hay que sumar las tensiones surgidas entre portugueses y españoles.

La muestra ofrece interesante cartografía sobre la frontera. FOTO: J.M.G.
La muestra ofrece interesante cartografía sobre la frontera. FOTO: J.M.G.

   Con este tratado internacional pasó a ser solamente historia ese territorio conocido como Couto Mixto, que pudo haber sido otra Andorra. El Couto Mixto tenía su propio gobierno con su orden político, orden judicial y social. Era un territorio que en lo eclesiástico dependía del obispo de Ourense y en lo material no dependían ni de la Corona española ni de la portuguesa. El orden político, señala García Mañá, se apoyaba en un territorio formado por tres pueblos en un coto o espacio geográfico bien diferenciado desde antiguo. Había pluralidad vecinal en cada pueblo no sometidos a otra autoridad que no fuese la del Couto Mixto. Tenían la categoría de ciudadanos de dicho coto. Aquel pueblo elegía a sus propios representantes políticos, administrativos y sociales, sin interferencias portuguesas o españolas. No contribuían a otro sistema de impuestos que no fuese el del propio Couto Mixto y los varones no estaban obligados a realizar el servicio militar ni en España ni en Portugal.

Acta General de Demarcación entre España y Portugal de 1906. FOTO: J.M.G.
Acta General de Demarcación entre España y Portugal de 1906. FOTO: J.M.G.

   En lo judicial el juez del Couto Mixto poseía todas las  atribuciones y competencias propias del orden civil. Si el juez no lograba que los litigantes llegasen a un acuerdo, estos elegían un tribunal del partido judicial español o luso que el demandado señalase. Para delitos criminales si no se capturaba al autor, el juez permitía la entrada en el territorio de las fuerzas de seguridad de los dos países. Si aparecía un cadáver en el Couto el juez español o portugués acompañaba al del Couto para organizar la autopsia y luego se retiraba.

   El Couto Mixto tenía una sociedad analfabeta y pobre a pesar de los privilegios de que disfrutaban. Al estar en zona de montañas y apartada, la vida no era fácil. Como no había emigración, resalta García Mañá que aquella sociedad agraria y ganadera no era tan matriarcal como la de Galicia. Los recién casados vivían con sus padres y al fallecer estos continuaban viviendo en la casa de estos. Los vecinos escogían nacionalidad. Así, si un matrimonio quería tener nacionalidad lusa, brindaba en so boda por el rey de Portugal y marcaban una P en la puerta de la casa. Lo mismo hacían, marcando una G de Galicia, quienes preferían la nacionalidad española, brindando por su monarca.

   En lo económico, existía el Camiño Privilexiado, que comunicaba el Couto con el pueblo de Tourém. Era un vial de libre tránsito donde las autoridades de los dos países no podían actuar. El comercio en el Couto incluía sal, tabaco, medicamentos, armas y otros bienes todo ello dentro de los límites estrictos de ese pequeño territorio. Sus vecinos iban a ferias fuera del Couto y no tenían que pagar impuesto alguno. Se hallaban exentos de impuestos y no abonaban derechos de aduana ni por lo que compraban ni por lo que vendían. Y había derecho de asilo para evitar pagar impuestos a favor de personas que no eran del Couto Mixto.

   El centro de gobierno era la iglesia de Santiago, cuyo atrio con su bancal de piedra era lugar de reunión de las autoridades locales. Y en la sacristía se guardaba y aún hoy permanece allí, el arcón que viene a ser el archivo histórico del Couto Mixto. Sus documentos antiguos se perdieron con la llegada de las tropas francesas y hoy se guardan cuantos documentos se publican a lo largo del año en relación con este territorio tan especial. El arcón tiene tres cerraduras para otras tantas llaves, una de las cuales la tenía el juez y las otras dos, sendos representantes de los otros dos pueblos. Cuando tocaba abrir el arcón, constituía un ceremonial al que debían acudir los tres poseedores de las llaves además de cuatro  hombres por pueblo como testigos del uso que se hacía del archivo. Allí se custodiaban papeles con los derechos y privilegios de aquellas gentes. Según un documento de 1845 parece que los privilegios del Couto Mixto derivaban de un asunto de derecho señorial entre las casas de Braganza y Lemos.

   Toda esa larga historia desde la Edad Media llegó a su fin en el XIX con el mencionado tratado de 1864 que tan decididamente rubricaron las autoridades de ambos estados. Hoy nos queda un territorio desposeido de sus antiguos privilegios, pero cargado de encanto, de historia, de mito. Un lugar fascinante recuperado gracias a la labor de los investigadores como Luis García Mañá y otros que con su trabajo nos permiten conocer un poco mejor cómo era aquel espacio independiente entre Galicia y Portugal.

 

Artículo de Paula Godinho y Heriberto Cairo sobre el Tratado de Lisboa de 1864

Los límites eclesiásticos en la frontera ourensana

Referencias bibliográficas:

GARCÍA MAÑÁ, L. M. : La frontera hispano-lusa en la provincia de Ourense, Ourense, Boletín Auriense, Museo Arqueolóxico Provincial, Anexo 11, 1988.

Couto Mixto. Unha república esquecida, Vigo, Universidade de Vigo, 2000.

GODINHO, P. : Oír o galo cantar dúas veces, Ourense, Deputación de Ourense, 2011.

GONÇALVES DA COSTA, J. : Montalegre e terras de Barroso. Notas históricas sobre Montalegre freguesías do Concelho e Regiao de Barroso, vol I, Montalegre, Cámara Municipal de Montalegre, 1987.

SALINAS VALENCIA, M. : O Couto Mixto. O seu contorno arraiano e os Pobos Promiscuos. Descrición socioeconómica, Vigo Asociación Amigos do Couto Mixto, 2002.

Publicado enGaliciaHistoriaOurense

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