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Las firmas pétreas de los canteros en la catedral de Ourense

Tabla con las marcas catalogadas en 1935 por Domínguez Fontela. BCMPOU.
Tablas con las marcas catalogadas en 1935 por Domínguez Fontela. BCMPOU.

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JESÚS MANUEL GARCÍA. Daremos un paseo hoy por las marcas de cantería presentes en la catedral de Ourense. Es un viaje apasionante que nos transporta a la Edad Media y al buen hacer de las logias de canteros que levantaban estas inmensas moles para el culto divino. En el caso ourensano existe un trabajo de Domínguez Fontela publicado hace varias décadas en el desaparecido Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos bajo el título Signos lapidarios en la Catedral de Ourense. Este autor ofrece más de un centenar de signos que permanecen en las piedras del templo mayor de la diócesis. Fue la primera aproximación al tema.

Una cruz por marca de cantero en las cubiertas de la basílica. FOTO: J.M.G.
Una cruz por marca de cantero en las cubiertas de la basílica. FOTO: J.M.G.

   Recientemente el ourensano Antonio Andrés Ferreiro Rodríguez investigó las marcas de cantero que se esconden en la catedral. Lo hizo en un trabajo de fin de carrera en la Universidad de Vigo titulado Huellas en las piedras de la Catedral de Ourense en el medievo. Antonio Andrés recuerda que la hipótesis aceptada generalmente desde Didron y Viollet le Duc es que estos signos pertenecen a la categoría de las signaturas personales de canteros, aparejadores y maestros de obra. En muchos casos servían para marcar el trabajo de cada uno y cobrar su salario. No todos los signos lapidarios de un monumento medieval tienen que ser firmas de canteros. Marcas en esta catedral las hay en los muros, en la cripta, en los pilares, en escaleras y bóvedas así como en machones, bancos, arbotantes…

Una P invertida en un arco entre contrafuertes en la cabecera. FOTO: J.M.G.
Una P invertida en un arco entre contrafuertes en la cabecera. FOTO: J.M.G.

   En la capilla de San Juan hay una gran cantidad de marcas en el muro oriental. Como fue destruida por el conde de Benavente en 1471, el autor se pregunta si podría ser que la nueva capilla se rehiciese con las piedras de la antigua, precisamente por haber tantos signos en un solo muro. En la Claustra Nova se ve bajo el tímpano de la entrada, una U . En el muro oriental, otra marca de báculo. Al norte, hay marcas en forma de P , E , U , una tau y una L . Y aún se halla una L y una P en una de las columnas En las naves y en el crucero se despliega una riqueza de signos tanto en la columnata norte como en la sur.

Dos bloques firmados, uno con una cruz; el otro con una llave. FOTO: J.M.G.
Dos bloques firmados, uno con una cruz; el otro con una llave. FOTO: J.M.G.

   Desde el crucero hasta el Pórtico do Paraíso, por el muro norte, se ven 29 diseños distintos de signos. En la pared sur, 17. «El número de marcas disminuye a medida que el muro asciende», dice Ferreiro. Entre los diseños en los pilares de la nave central los hay en forma de E , O , cruz latina, báculos, numerales y ballestas. Al sur hay incluso uno en forma de llave, otro con cruz aspada, con la omega griega y con el signo Pi.

Otra llave en el muro occidental del brazo norte del crucero. FOTO: J.M.G.
Otra llave en el muro occidental del brazo norte del crucero. FOTO: J.M.G.

   En el crucero radica una mayor variedad de marcas, sobre todo en el brazo norte. Incluso hay signos en bóvedas. En la puerta y muro exterior norte abundan los alfabéticos. «La tónica dominante es la de ver menguar la talla de marcas a medida que pasan los siglos, hasta su desaparición a partir del XVI», explica Andrés. En la fachada occidental, en el Paraíso y en la Torre de San Martín también hay marcas. Dentro del nártex, en las columnas que aguantan la tribuna, están los únicos signos de esa zona. En el exterior Ferreiro halló ejemplares no existentes en el interior. «En la base de la Torre de San Martín hay unas huellas que nada tienen que ver con las de canteros», en referencia a una esvástica, un alfa y monogramas. Más signos hay en los torreones norte y sur y en los aleros de la fortaleza, desde la estrella de David hasta un cuadrado con círculos en sus cuatro esquinas. No son todos los que hay ya que detrás de los retablos se esconden más.

Otra marca en las zonas altas del edificio. FOTO: J.M.G.
Otra marca en las zonas altas del edificio. FOTO: J.M.G.

   Las marcas de cantero suscitaron el interés de los estudiosos desde mediado el siglo XIX. En el Congreso Científico de Chartres de 1869 el abad Auber dijo que había sido el primero en darles importancia con su Memoria sobre los signos lapidarios de la Edad Media. En España fue Lampérez el primer historiador que se ocupó de ellos. Las marcas de cantería se documentan desde el antiguo Egipto y en Europa, si bien empiezan a verse en edificios del siglo XII, será a partir de la siguiente centuria cuando predominen debido a la cantidad de edificios que se construyeron en piedra, desde iglesias, catedrales, castillos, palacios, puentes, etc. Las marcas de cantero se empleaban por estos trabajadores para identificar así los bloques de piedra por ellos trabajados. Estas se pueden clasificar, siguiendo a Alvarado Planas, en biográficas, signos que pueden remitir al pasado del cantero o del donante, una S con una raya en medio significa que tuvo un estado anterior de servidumbre, o una cruz puede aludir a su fe.

Varias marcas de cantero en otro arco externo del templo, en la cabecera. FOTO: J.M.G.
Varias marcas de cantero en otro arco externo del templo, en la cabecera. FOTO: J.M.G.

   Muchas marcas elegidas por los canteros se referían a los utensilios de su oficio o a motivos geométricos varios como círculos, líneas paralelas, triángulos, cuadrados… Cuando se observan muchas marcas idénticas ello puede significar que no necesariamente perteneciesen a un solo cantero sino a un taller con varios canteros.

La catedral conserva centenares de signos de las logias de canteros que ayudaron a levantar su enorme y elegante estructura. FOTO: J.M.G.
La catedral conserva centenares de signos de las logias de canteros que ayudaron a levantar su enorme y elegante estructura. FOTO: J.M.G.

   Los maestros daban en la Edad Media esos signos a los oficiales tras un período de aprendizaje que solía ser de entre ocho o diez años. El signo de que se tratase se obtenía o extraía de la matriz que poseía cada logia de canteros. Para llegar a ser oficial había que dominar el oficio y ser una persona recta. Cuando un cantero dejaba una logia para incorporarse a otra tenía que cambiar de signo o marca, que derivaría de la matriz de la nueva logia.

   En el exterior de la capilla de San Juan, junto a la calle Juan de Austria, se ve una marca que representa una llave. Hay más en las cubiertas del crucero, por ejemplo. Entre la mucha variedad de signos en esta catedral el de la llave resulta muy interesante aunque solo sea por su poderío simbólico. La llave abre y cierra, da ese poder. San Pedro se simboliza con las llaves del Cielo pues se le dio el poder de abrir sus puertas a los buenos cristianos. Por el poder que se le dio al príncipe de los apóstoles puede atar y desatar. De ahí que el escudo de los papas muestre dos llaves, una de oro y la otra argéntea. Siguiendo a Chevalier y Gheerbrant, las llaves eran con anterioridad a los papas símbolo del dios Jano de los romanos. En este caso abrían el paso al solsticio, a la fase ascendente y descendente del ciclo anual. La llave también simboliza el Paraíso en el Corán. Y, por supuesto, remite al jefe, al amo, a quien posee el poder. Y si nos vamos al campo esotérico, la llave simboliza al iniciado, nos habla del acceso a un lugar o edificio, a una morada espiritual…

Para saber más:

ALVARADO PLANAS, J. : Heráldica, simbolismo y usos tradicionales de las corporaciones de oficio: las marcas de canteros, Madrid, Ediciones Hidalguía, 2009.

BAYARD, J.P. : El secreto de las catedrales. ¿Qué mensaje ocultaron hasta hoy los templos sagrados?, Girona, Tial, 1995.

CASSANELLI, R. (coord.): Talleres de Arquitectura en la Edad Media, Barcelona, Moleiro Editor, 1995.

DOMÍNGUEZ FONTELA, J. D. : “Signos lapidaris en la Catedral de Orense”, en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Ourense, Tomo X, nº 224, Ourense, 1935.

FERREIRO RODRÍGUEZ, A. : Huellas en las piedras de la Catedral de Ourense, trabajo fin de carrera, Universidad de Vigo, Pontevedra.

JACOBS, D. : Master Builders of the Middle Ages, London, Cassell Caravel Book, 1970.

PAVÓN, N. : Signos lapidarios de los canteros en la catedral de Burgos, Burgos, Diputación de Burgos, 1998.

Canteros en el Camino de Santiago. Signos lapidarios en el Camino Francés, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 2000.

PUENTE LÓPEZ, J.L. : Firmado en piedra. Marcas y signos lapidarios por los maestros canteros medievales, León, Edilesa, 2001.

Publicado enArquitecturaCatedral de OurenseOurensePatrimonio

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