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La relación con los mass-media (III): La nota de prensa

JESÚS MANUEL GARCÍA. Hoy conoceremos un documento que suelen utilizar empresas, instituciones de todo tipo y las más variadas organizaciones para relacionarse con los medios de comunicación social. En esa nota de prensa la empresa quiere contar un proyecto novedoso, el político quiere exponer una postura acerca de determinado asunto, por poner un ejemplo. La nota de prensa tiene un recorrido vital muy corto por su propia naturaleza. Hay que redactarla muy bien, prescindiendo de un lenguaje grandilocuente y de los adjetivos. No pueden constar datos, información periférica, que no dice nada. El contenido de la nota de prensa ha de ser escueto, concreto, ajustarse a lo que se quiere decir y nada más. No se empleará el lenguaje de la publicidad sino un lenguaje sencillo, comprensible para todos y con una información contrastada, creíble y veraz. Aunque la empresa quiere presentar un producto que resulta ser maravilloso, no puede su responsable de márketing o el primer empleado al que se le encargue la nota, utilizar un lenguaje optimista cantando las bondades del producto como si fuese un spot publicitario. La nota de prensa es otra cosa.

   Todas las características que queramos resaltar del producto tienen que ser rigurosamente ciertas. Porque queremos informar de ello. Hemos tenido, a lo largo de los años, ejemplos de notas de prensa bien construidas, las menos, y enrevesadas la mayoría, muchas por ser fruto de quien desconoce la sintaxis, otras porque realmente quien la escribe trasluce carencias gramaticales. Cuando el periodista que recibe la nota de prensa tiene que leerla y valerse de un lápiz o rotulador de colores chillones para separar la sustancia de la paja en el texto, mala señal. Hay notas que te quieren contar un hecho y por cómo han sido escritas te despistan, por ejemplo, las de algunos sucesos.

   Se nota mucho las organizaciones que disponen de gabinete de comunicación cuando recibes una nota de prensa y la lees. Este documento es mucho más familiar para quien vive de ello, el periodista, el comunicador, que sabe muy bien cómo redactar el contenido de la nota y adecuarlo al tipo de público al que se quiere dirigir. Porque no es lo mismo que esa nota se envíe a un periódico o medio generalista que a un medio especializado. Los públicos son distintos. Si queremos enviarla a un periódico para conocimiento de cualquier ciudadano, es necesario desgranar con palabras muy sencillas la complejidad de la tecnología que como empresa de comunicaciones, por ejemplo, queremos dar a conocer.

   Como muchas notas no están hechas por profesionales, la idea importante aparece al final del relato, o sea, el titular está al final, lo cual ya es un punto negativo para despertar interés. La nota de prensa ha de ir redactada igual que una noticia. En primer lugar, el titular que invite a leer, el lugar y fecha donde se data esa información, dotar a la nota o comunicado de prensa de un cuerpo, facilitar los contenidos informativos fundamentales de la empresa o entidad que produce la nota y, por supuesto, el contacto de la misma. En el cuerpo, como es como el de una noticia, el contenido permitirá, pues, saber qué se expone, quién lo expone, cuándo lo hace, dónde y por qué. Es obvio que la idea principal del mensaje irá al principio. El peligro de no saber hacer una buena nota de prensa es que no despierte el interés del medio, porque resulta que ese día el periodista tiene decenas de notas de prensa y ha de leerlas con agilidad. Y si no despierta el interés del medio, entonces quien produce el comunicado, quien produce la nota de prensa, no tendrá éxito.

Publicado enComunicaciónPeriodismo

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