Saltar al contenido

Relación con los mass media: la rueda de prensa

JESÚS MANUEL GARCÍA. Cuando uno ya tiene un cuarto de siglo de experiencia periodística y comunicativa, asistiendo a infinidad de ruedas de prensa, está permitido hacer algunas consideraciones al respecto que pueden servir a empresas, organismos, clubes, etcétera a la hora de planificar su rueda de prensa, a la hora de relacionarse de ese modo con los periodistas.

   Lo primero que hay que tener es algo que decir. Algo importante que decir. Un mensaje novedoso, interesante. Es necesario decir que el periodista quiere antes una información interesante que importante. El mundo y la sociedad han cambiado y en nuestros días lo que triunfa en los medios de comunicación es lo interesante. Lo más visto, lo más leído, com vemos en muchas páginas de Internet. Aunque no sea lo más relevante incluso.

   Así, pues, a la hora de planificar una rueda de prensa, debemos tener algo interesante y novedoso que exponer. Y si a la hora de exponerlo vamos de lo particular a lo general, mejor. Esto puede valer en casos en los que es necesario explicar enrevesados temas financieros, económicos, judiciales…. Se entenderán mejor si ponemos en casa uno de esos casos el ejemplo de un ciudadano. Si se ofrecen cifras, mejor será recogido el mensaje por el periodista. O un mensaje bien desmenuzado.

   Bien, ya tenemos el mensaje interesante y novedoso. Ahora hemos de convocar la rueda de prensa. Para ello, basta con anunciarla unos dos o tres días, pero no con dos semanas de antelación. Se fija la hora y en esto es muy importante saber que mucho mejor en horario matinal antes de la una de la tarde, a ser posible, pensando en las emisoras de radio y canales de televisión, que han de editar sus informativos, y pensando en la prensa escrita, pues por la tarde las redacciones son un hervidero y ya están todos los temas repartidos de modo que la parrilla se modificará si hay algo sobresaliente que se produzca en ese horario y que realmente merezca prescindir de otras informaciones para darle prioridad. Si tenemos un tema interesante y lo servimos de mañana, es más probable que se publique al día siguiente. En horario vespertino es más difícil que vayan todos los periodistas, o que la información que se da acabe reducida a un simple breve en un rincón de cualquier página.

   A la hora de la rueda de prensa los convocantes y los convocados tienen que ser puntuales. No se puede llegar tarde a la cita con los periodistas. Se dejarán los minutos de cortesía porque casi seguro habrá alguno que no pueda llegar antes sobre todo si viene de cubrir otra información y, en todo caso, acabado ese breve tiempo de cortesía, se empieza porque los periodistas puntuales no pueden perder más tiempo.

   Iniciada la rueda, no podemos recrearnos en ella. No puede durar horas, no debe eternizarse. El mensaje hay que soltarlo en pocos minutos, no más de cinco. Tiene su lógica. Las emisoras de radio y la televisión solo van aprovechar unos segundos del discurso. Por tanto, empezar con la noticia, con lo más novedoso e interesante. Y, una vez expuesto, iniciar la ronda de preguntas. Es conveniente, al llegar al lugar de la cita, entregar a los informadores un dossier con el tema a tratar. Una vez expuesta la novedad en la sala, ellos formularán preguntas para perfilar la información y que todo quede claro para luego contárselo al lector, al oyente y al espectador. Es muy recomendable tener en cuenta que nunca se debe convocar una rueda de prensa si no se tiene nada interesante y novedoso que decir. Y, por supuesto, es un riesgo para el convocante, improvisar, no llevar su discurso preparado.

   Si hacemos una rueda de prensa es para intentar que nos publiquen lo que exponemos. Si el mensaje lo damos mal, el periodista perderá su interés en él y saldrá publicado en cuatro líneas, en un espacio discreto o sencillamente acabará en la papelera, ya no sería la primera vez. Convocar una rueda de cualquier manera para que no se publique nada es perder el tiempo. De ahí su importancia. Si no hay nada interesante que decir, no se convoquen ruedas de prensa. De igual modo, nunca se convoque una rueda de prensa en la que se veten las preguntas. En ese caso no serán tales ruedas sino un monólogo. Ello puede hacer que los periodistas decidan levantarse de sus asientos y dejar plantados a los organizadores. Lo mismo si estos últimos llegan con retraso. La rueda de prensa es un acto social en el que debe haber buena educación por ambas partes, respeto de horarios, de buen mensaje y responder a las preguntas.

   Una organización o institución o cualquier colectivo evitará abusar de las ruedas de prensa. Por su bien. Algunos programan tantas a lo largo del mes que acaban perdiendo capacidad de convocatoria. La rueda no es necesaria, pues basta despachar el tema con una nota de prensa. Y dicha nota no es un texto cualquiera que lo escribe el primer empleado al que se le propone. NO. La nota de prensa tiene sus reglas y de ella hablaremos en otro momento. De ahí que para estas cosas sea preferible que las organizaciones dispongan de responsables de prensa y que estos sean siempre profesionales, no cualquier aficionado a escribir. Para no estrellarse.

Publicado enComunicacióncomunicación oral y escritaPeriodismo

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *