Herzog presentó un escrito con el testimonio de familiares de varios afectados
JESÚS MANUEL GARCÍA. La visita de los responsables de UPyD a Vigo este sábado está dando para mucho en el ámbito sanitario, en estas fechas próximas a las elecciones. Así, tras la visita hecha esta mañana al complejo hospitalario Álvaro Cunqueiro, el candidato a la presidencia del Gobierno, Andrés Gustavo Herzog Sánchez, presentó en la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo una denuncia de varios casos sufridos por pacientes en el recién inaugurado hospital de esta ciudad. Expone este responsable político que se trata de casos recogidos esta misma mañana de sábado en su visita al hospital, en donde familiares de enfermos le hicieron saber de la existencia de “una falta general de recursos materiales (deficiencias higiénicas, carencia de instrumental médico y falta de organización)” que va detallando en su escrito presentado en comisaría. Allí consta que Alejandrina V. C. dice que su marido está enfermo de cáncer “y no está recibiendo tratamiento oncológico”. La mujer aporta un vídeo en el que se pueden ver “las carencias de atención médica que sufre su marido”, se lee en la denuncia de UDyD.
Otro caso es el de Daniel R.G., ingresado debido a una fractura ósea en el peroné y que “después de dos días no ha recibido la intervención quirúrgica que precisaba, por falta de quirófano. Esta persona termina abandonando el centro hospitalario por sus propios medios y una pierna escayolada sin ser intervenido”.
Un tercer caso relatado en esta denuncia se refiere a Olga E. G., cuyo padre permaneció siete horas en el servicio de Urgencias, “sin camilla, significando además que las ventanas del centro están bloqueadas y no permiten la ventilación de las estancias y la comida es ‘intragable”. Herzog pone de manifiesto en su denuncia que antes de abandonar el Álvaro Cunqueiro tanto él como los compañeros de UPyD fueron testigos del testimonio del familiar de otro paciente ingresado en el HAC que les informó de que su abuelo llevaba varios días ingresado a la espera de que le realizasen un TAC, “y al parecer, en el centro no tienen medios para hacer la prueba (o bien no existe la máquina o no se encuentra disponible)”.
De igual modo declara que en el intervalo de treinta minutos que tanto él como los demás acompañantes de la formación política pasaron en el hospital fueron requeridos “por una gran cantidad de familiares y pacientes denunciando anónimamente el abandono de sus familiares y la impotencia que sienten, así como haber presenciado a enfermeras llorando, quirófanos sin enchufes, médicos que se traen su material particular en sus propios vehículos, etc.”
Prosigue la denuncia mostrando que “al parecer, el Servicio de Urgencias está colapsado, especialmente en las jornadas entre semana y no disponen de los medios esenciales para dar respuesta a las necesidades de pruebas médicas que se demandan (radiografías, TAC, etc.)”. Cree Herzog que las deficiencias médicas que sufren los pacientes en el HAC y sus familiares “tienen su origen en el ámbito político y obedecen a intereses de oportunismo electoral para la apertura del hospital con fines electorales, antes de tiempo y sin unas condiciones mínimas para atender a los pacientes, a pesar del máximo esfuerzo realizado por los médicos y personal sanitario”. Todos estos hechos están, según el denunciante, causando “sufrimiento e incluso fallecimiento de pacientes sin la debida atención sanitaria”.
En la madrugada y en la mañana del viernes, se estropearon las máquinas del TAC de este hospital lo que hizo que los pacientes que se encontraban en Urgencias tuviesen que ser derivados al Meixoeiro y a la clínica privada del centro de Vigo, Povisa. Esta última es el único centro sanitario importante que queda en la ciudad, al ser cerrado el Xeral. Povisa, por cierto, está terminando la reforma de fachadas y de espacios interiores para dar mayor capacidad de hospitalización, sobre todo en su quinta planta. Esta avería de los TAC y el hecho de que los pacientes tengan que hacerse las resonancias en un camión, -tratándose de un hospital que, según el presidente de la Xunta, es el más moderno de España y el que representa la última generación de hospitales en diseño y tecnología- contrasta sobremanera con dicha modernidad.
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