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Una década de visitas interpretativas a la Catedral de Ourense

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Conociendo los «pies» de la basílica en una de las visitas. FOTO: V. Escudero.

JESÚS MANUEL GARCÍA. En este año 2015 cumplimos una década realizando visitas interpretativas al principal monumento medieval de la ciudad de Ourense: la Catedral de San Martiño. Muchas satisfacciones nos ha proporcionado esta catedral, como ciudadano, como periodista y como investigador, todo ello favorecido por nuestro interés en las catedrales medievales, por las lecturas sobre ellas, reuniendo una biblioteca especializada que suma casi un millar de títulos acerca de esta cuestión. Han sido muchas las catedrales visitadas. Como periodista se me presentó la oportunidad de informar decenas de veces sobre la ourensana: sus obras, achaques, restauraciones, exposiciones, visitas, ceremonias… Pocos detalles me han quedado por contar de ella a lo largo de una veintena de años.

   En el posgrado cursado acerca de Interpretación del Patrimonio en la UOC presentamos un proyecto final que era precisamente un plan interpretativo para la sede auriense, inédito. A raíz de ello surgió el propósito de realizar visitas interpretativas para los ourensanos como reto personal. Se convocaban primero entre amigos, luego también, pero desde el Facebook, hasta llevar a cabo un total de 17 visitas. Cada una de ellas no baja de las dos horas y media. Se han hecho principalmente en sábado, por la mañana, y algunas en horario vespertino.

   Las visitas, para nuestra sorpresa, corrieron como la pólvora por la ciudad llegando a ser solicitadas desde la Universidad y otros centros. Así fueron hechas para alumnos del Máster de Turismo del Campus de Ourense, para la Universidad de Mayores de la Uvigo; para la UNED; en un curso de turismo para guías etc; en otro del Concello de Ourense para guías rurales. Me las han pedido desde la Facultad de CC. Empresariales e Turismo en tres ocasiones coincidiendo con su exitoso Erasmus de profesores llegados de toda Europa. Han pasado profesores universitarios, de otros niveles educativos, profesionales de los más diversos sectores de la sociedad ourensana, incluido el propio obispo recién llegado a esta sede; gentes varias de otras partes de Galicia y aún de España. Hubo grupos en los que se alcanzó el pico de 106 personas. Todas siguen con atención la visita y se quedan, así lo manifiestan, con ganas de más. Se dio el caso de acompañantes que acudieron sin interés y al quedarse unos minutos optaron por resistir hasta el final, saliendo satisfechos y sorprendidos, de acuerdo con sus propias palabras. Incluso fue posible dedicar una a todos los delegados diocesanos de patrimonio cultural de la Iglesia en España por expreso deseo del obispo, Leonardo Lemos.

Otro momento en el frente norte de la catedral. FOTO: V. Escudero.
Otro momento en el frente norte de la catedral. FOTO: V. Escudero.

   No se trata de la visita que puede hacer un guía turístico. En absoluto. Esta es monográfica y más profunda, combina la didáctica y el rigor científico de modo que se haga digerible para el visitante, gracias a la interpretación del patrimonio. Estamos,  desde las 10.00 a las 13.30 horas disfrutando un gran buque de piedra, seria y agradablemente. Conociendo sus partes, su historia, sus influencias, comparándolo con otros templos, viendo cómo fue evolucionando, por qué es así y no de otra manera, analizamos su estructura externa e interna. A ello se suma el apoyo de nuestra propia investigación sobre el frente occidental de la basílica, estudiando la historia de su urbanización a lo largo del siglo XX. Ver, oler, escuchar y tocar, todo ello es posible en estas citas. Porque suena la música propia de esta basílica en sus casi mil años de existencia. Diríamos que la visita se parece más a un documental vivido, creando interés, emoción en el visitante, alejándolo de anécdotas simples y mitos inexistentes, brindándole otra visión de un edificio de inmenso interés y  haciéndoles ver que estudiar una catedral es profundizar en la cultura de la ciudad, en su historia, y cuando todo ello se expone bien, el público se va con una visión que le satisface por la cantidad de datos que, de un modo indirecto y cómodo, adquiere. Es un orgullo nuestro proyecto personal y de cómo en Ourense fue acogido. Miramos hacia atrás y vemos muchas horas contando la catedral a centenares de personas.

   Este reto se integra en nuestro empeño propio de insuflar el gusto por el patrimonio cultural a los escolares desde los primeros niveles. Es fundamental. Es básico. Solo así irán creciendo y conociendo los rudimentos del patrimonio para respetarlo. Hace falta mucho respeto hacia él. Mucho más del que nos parece, tengámoslo por seguro. En nuestro caso, al conocimiento de estas cuestiones y de las claves de la interpretación patrimonial, se une como anillo al dedo la condición periodística, de profesional de la comunicación. Y conocerla bien. El agradecimiento al Cabildo y al obispo queda patente en este trabajo de años.

Publicado enCatedral de OurensePatrimonioVisitas interpretativas Catedral Ourense

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