JESÚS MANUEL GARCÍA. Se celebró en el Pazo de Vilamarín, Ourense, el primer seminario de la Asociación de Comunicación Política de Galicia (ACOP). Fue una jornada para escuchar a Teresa Varela, responsable de prensa del BNG; a Mercedes Cernadas, responsable de prensa del PSdG; a Javier Dorado, coordinador de comunicación digital del PPdG y a Jonathan Domínguez, secretario de comunicación de CxG. Actuó de moderador Eladio Jardón, coordinador de ACOP Galicia. Los intervinientes expusieron cómo se organiza la comunicación interna en sus respectivos partidos políticos, los medios de los que se valen, desde revistas hasta la imprescindible presencia en las redes sociales. Todos ellos han hablado de que los políticos a los que ayudan en su trabajo diario tienen que tener muy claro qué quieren decir y que no pueden ir a una entrevista ni organizar una rueda de prensa sin antes haberla preparado. No pueden correr el riesgo de reunirse con los periodistas sin haberse preparado qué mensaje interesante y actual tienen para ellos.
Se ha dicho que las ruedas de prensa no pueden pasar de diez minutos, entre otras cosas, como señalaron, si un corte de voz no puede durar en la radio más que veinte segundos, los otros nueve minutos y pico sobran. Hablaron asimismo de muchos políticos que se creen expertos en comunicación, craso error que les puede arrastrar al fracaso. Dijeron que a mayor nivel político, estos se hacen más resabidos y no tienen en cuenta el papel del jefe de prensa, lo cual es una actitud demoledora para el político.
Los primos salieron a debate, refiriéndose con esa palabra a aquellas personas del grupo cercano al político que lo adulan y les dicen que todo está bien, que han hablado muy bien, que se han dirigido al ciudadano maravillosamente. Y que incluso les dan consejos para actuar con los medios de comunicación. El jefe de prensa, y en esto coincidieron todos los presentes, hace de policía malo, es decir, no puede adular al político al que ayuda. Tiene que hablar con él y decirle uno por uno los fallos que ha cometido en su intervención en televisión, en radio o en la entrevista que le hicieron en tal medio escrito. Porque los que lo adulan no entienden de comunicación, no son expertos y todo aquello que les parece que está bien a ellos no es tan bueno para el protagonista. A lo mejor el jefe de prensa le dice que en tal respuesta a tal pregunta de la entrevista no actuó bien. Y es que la comunicación es muy seria, muy importante, es básica también en política. Tanto que el moderador pidió a todos los responsables de comunicación que contasen qué imagen creen ellos que hay de los partidos para los que trabajan. Cada uno esbozó la idea que hay de cada una de esas fuerzas políticas y Dorado fue el más escueto: «Yo creo que la imagen del PP es la de un partido serio, que gestiona bien pero que comunica mal».
Acabada esta ronda de intervenciones, le tocó el turno al compañero Luis Fraga, experimentado periodista en radio, televisión y comunicación en general. Su función consistió en dar consejos a los políticos cuando van a la televisión. Cómo deben vestir, cómo deben gesticular, cómo deben ser maquillados, es decir, que en la sala de maquillaje no los retoquen hasta dejarlos «como muñecos». Luis Fraga fue dando consejos no exentos de humor, que son fundamentales a la hora de acudir a una entrevista en televisión. El político debe preparar bien su intervención y conocer bien el medio al que va y al periodista que le entrevistará. Y este ya se encarga de saber más acerca del entrevistado buscando su nombre en Google, el gran sustituto hoy del clásico teletipo en la redacción de un medio informativo. Hay que desterrar expresiones como «poner en valor» , «coyuntura» y tantas otras que tanto utilizan los responsables políticos pensando que hablan bien cuando no es así.
Y si estos consejos breves son solamente parte de un universo apasionante de técnicas comunicativas, la atención de los asistentes a esta jornada de ACOP volvió a incrementarse con la participación del alcalde del municipio granadino de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, que habló de Twitter y la sociedad del minuto en Jun. Conviene saber que en este municipio de 3.700 habitantes tiene el mundo de las nuevas tecnologias sus ojos puestos en él ya que es el primer municipio del mundo que con cultura comunicativa puso todos sus servicios en Twitter de modo que para contactar con el ayuntamiento las direcciones son de esta red. Así se venció la estructura piramidal clásica que tiene en la cúspide al alcalde, debajo a sus concejales y más abajo al pueblo. Gracias a esta red todos están al mismo nivel, un gobierno horizontal con 3.700 alcaldes, dijo el ponente. Y es que los vecinos mandan un mensaje a cualquier servicio via Twitter y obtienen respuesta y confirmación de que la avería o problema que ponían en conocimiento ya se ha solucionado. Ganan en valor los trabajadores municipales y el resto de vecinos, que están todos pendientes de todo a través de la citada red. Su alcalde ya dijo que no necesitan más que un polícía porque realmente en Jun hay 3.700 policías.
Este éxito, que triplicó la población del municipio en los últimos años, llevó a Jun por todo el mundo pues se hicieron entrevistas y reportajes en diversos medios de comunicación de Europa y de América. En los Estados Unidos José Antonio Rodríguez y su municipio son una referencia seria en el uso de Twitter y la gestión del gobierno horizontal que se está poniendo, mediante acuerdos, en algunas ciudades del país norteamericano como Boston, Chicago o Nueva York. Es el gobierno horizontal que hace visible a la ciudadanía. Salas fue el único alcalde español que firmó un proyecto de colaboración en Europa por esta cultura digital que mantienen en Jun. «No hay un día en que no nos vengan a entrevistar las televisiones», señaló este veterano socialista que tiene una presencia en Twitter inmediatamente por debajo de Rajoy y a mucha distancia de Pedro Sánchez. Contó la anécdota de una cena en el Palacio del Elíseo en la que otro español se le acercó presentándose como el presidente de una importante eléctrica española. Le habló de un proyecto que tenían para Barcelona, un proyecto digital y lamentó que Salas no estuviese en la capital catalana. El alcalde de Jun solo le preguntó: «¿Acaso está en esta cena Barcelona?». El interlocutor se dio cuenta de que en aquella cena con el presidente francés solo había un alcalde español. A los pocos días ese proyecto se estaba firmando en el Ayuntamiento de Jun.
El alcalde granadino expuso que hoy ya no vale que los alcaldes o cualquier político escriba en 140 caracteres un mensaje de la filosofía de su partido. La gente ya no quiere eso. Es por ello que desde hace ya algunos años en Jun se vive bien porque la vida se lleva vía Twitter como servicio al minuto. Trajo el alcalde una taza blanca con su nombre de Twitter y con un hashtag que fue sorteada entre quienes mejores tweets escribiesen durante su intervención. Un alcalde no puede sonar a artificial en las redes. No puede mostrarse como acartonado, tiene que ser él mismo y conectar con su pueblo, desviviéndose por él dando un servicio tras otro. Las redes ayudan y mucho. Pueden cambiar actitudes y culturas de trabajo.
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