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Reinventarse en las fiestas

La Sonora Petinesa actuando el 24 en Petín. FOTO: V. Escudero.
La Sonora Petinesa actuando el 24 en Petín. FOTO: V. Escudero.

JESÚS MANUEL GARCÍA. Advertimos, a modo de preámbulo, que este artículo no pretende en modo alguno atentar contra el buen trabajo de las orquestas profesionales que animan las fiestas a lo largo y ancho de Galicia, y del resto de España. Ello no es obstáculo para señalar que en los tiempos que corren hay que reinventarse en muchas facetas de la vida y eso es lo que hizo un grupo de vecinos de Petín de Valdeorras. Formaron un grupo, una orquesta de play back denominada La Sonora Petinesa. Tocan y cantan, pero ni tocan ni cantan. Lo único cierto es que bailan y se mueven al son de las notas. Pero todo lo hacen con semejante naturalidad que da la sensación de que todo es real sobre el escenario. Un grupo de amigos que desarrolló este proyecto lúdico hace cuatro años no para lucrarse sino para divertirse ellos mismos, porque en efecto eso demuestran con la alegría que ponen sobre el palco. Se divierten ellos a placer y divierten y entretienen al público. Y, de paso, mediante este espectáculo gratuito para ambas partes, ahorran al Concello una jornada de orquesta. De modo que si tres eran los días de celebración en las fiestas patronales de Santiago Apóstol y Santa Ana, solamente hubo que costear dos orquestas para los días 25 y 26 de julio. La verbena del viernes, 24, fue para La Sonora Petinesa. Eso sí, el sonido y el equipo de luces lo contratan a módico precio.

    Todo parece tan real y la propuesta es tan agradable que el público responde. Por ello abarrotan la plaza mayor del pueblo cada año. Y este 24 no fue menos, a pesar del viento que sustituyó por unas horas al intenso calor. Como dijo un vecino, es la única orquesta que suena igual que el disco, pero la idea es muy positiva. También hay que señalar que solo en Petín sucede algo así, como ha quedado demostrado. Sea como fuere, encandilaron de nuevo a quienes les vieron y escucharon, haciéndolos bailar. La intérprete de la singular orquesta, Aurora, posee tablas en las artes de la dramaturgia y eso se ha comprobado en sus movimientos según la canción.

     Lo que empezó como un guiño a las orquestas de antaño prendió como el fuego en Petín. El pueblo se divirtió en la noche del viernes al sábado. El género fundamental de esta actividad musical, como de toda actividad de esta índole es lúdica, como diría Huizinga, es el juego. El arte mimético de la música y el resultado de su imitación despierta sentimientos éticos de valor, en este caso que nos ocupa, positivos. Positivos tanto si actúan en esta fiesta como en la de diciembre, la Festa da Freba. Obviamente, por tratarse de lo que es, estos «músicos» han rechazado ofertas para animar otras fiestas en la comarca ourensana de Valdeorras. Ya se ha dicho que no cobran dinero ni eso es lo que buscan. Hacen bastante con la animación derrochada y la cantidad de ciudadanos que convocan para disfrutar de una verbena peculiar en un pueblo quizás también atípico, y ahí está su gracia e idiosincrasia. Este año formaron parte del grupo, David en la batería; Alejandro en le bajo; Charly guitarra; Rafael, Aurora, Javier Parra, Vicente, Amancio y Miguel. Un grupo de amigos en el que se integran el alcalde de Petín, Miguel Bautista y los exalcaldes de Petín y A Rúa, Amancio Díaz y José Vicente Solarat, este último actualmente preside el Consello Regulador da Denominación de Orixe Valdeorras. En la sociedad que nos toca vivir, eminentemente espectaculista, en su propio espectáculo, diría Guy Debord, imagen de la economía reinante, el fin no es nada y el desarrollo lo es todo. El espectáculo, este concreto, no conduce a ninguna parte salvo a sí mismo.

Publicado enMúsicaPetín

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